Si bien no se trata de una novedad como hace algunos años, las cubas ovoidales (más conocidas como huevitos) tienen un formato especial que no se enfoca en un capricho, sino más bien en una cuestión física que trae múltiples efectos al vino, tanto durante su fermentación como posteriormente en su guarda o añejamiento.
Si bien los más populares son de cemento o concreto, hoy en día existen de acero inoxidable e incluso de una mezcla de polímeros (algo así como si fueran de plástico).


¿Qué pasa por dentro?
El principio físico de este depósito es que debido a su formato, internamente el líquido se mantiene en constante movimiento.

Durante la fermentación, las levaduras están en permanente suspensión evitando trabajos externos para lograr esto. Y durante la guarda, son las lías (borras finas) las que se agitan otorgando características particulares al vino terminado, como es un mayor volumen en boca y aromas más complejos.
¿El material influye?
Si bien, en lo primero que podemos hacer foco es la micro oxigenación que sucede a través de las paredes, teniendo como principal actor al cemento (o concreto) y en segunda instancia la mezcla de polímeros en donde también sucede este intercambio de oxígeno.
Y en segundo lugar, también influye el movimiento interno del líquido, tal como podemos ver en las siguientes gráficas (fuente: celsius.ph)




¿Esto es algo moderno?
La verdad que no. Como se suele decir, uno siempre vuelve a las raíces. Y es que ciertamente en la antigüedad trabajaban con un formato similar pero aplicada de otra forma ya que se enterraban en el suelo para aprovechar la baja temperatura que se genera logrando controlar la temperatura.


Aprovecho y les dejo un videito que hice hace un tiempo explicando esto.


Una pregunta, el movimiento lo genera solo el formato o también los alcoholes?
La fermentación también hace su trabajo debido a que se trata de un proceso voluptuoso
Es solo concreto o se añaden aditivos sinteticos al concreto ?