Actualmente el vino en tetra pak está tomando cada vez más relevancia por lo que es un buen momento para recordar una acción de marketing que marcó un antes y un después en la historia de los sorteos en Argentina.
Corría 1996 y la marca de vino en tetra pak sorteó nada más ni nada menos que una Ferrari 348TB.
Para ponerlos en contextos, vivíamos una época argentina en donde el slogan era “pizza y champagne”, frase menemista (referida al presidente de la nación en ese momento” muy en boga por aquel entonces que representaba una mezcla de finura y vulgaridad. De allí nace la contra partida de el gran Tato Bores “Vermouth con papas fritas y good show”
En ese momento, si bien el consumo de vino en Argentina venía decreciendo mucho, era más alto que el actual. Y la gran mayoría consumía vino en tetra pak o damajuana. Fuente del gráfico: INV
Pico de Oro era muy muuuuy fuerte en el consumo. Se consumía tanto este vino en @TetraPakAr que la bodega les regaló a sus distribuidores 60 Renault Trafic ploteadas con la marca. Además hacían acciones de publicidad en el TC2000 con Guillermo Ortelli

Pero vamos a lo importante. El sorteo de la #Ferrari. Para participar tenías que comprar una caja de Pico de Oro y te daban un cupón para llenar con tus datos. Los depositabas en la urna y listo. Una caja, un cupón.
La Ferrari recorrió todo el país durante casi un año. Ls ventas del vino en cartón se dispararon y no se hacía más que hablar de este sorteo. Aún hoy en lo personal me parece increíble.
Ahora bien, ¿cómo surge este sorteo? Pude hablar con el dueño actual de Pico de Oro y les transmito las versiones oficiales. Resulta que él le compró esa #Ferrari a Menem.
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Después de un tiempo de haberla adquirido, decide venderla. Me comentó que el valor en el mercado era de unos 100.000usd (en ese momento, 100.000$). Pero quería sacarle más rédito, y decidió incluirlo como inversión de la bodega (+ otro tanto para publicidad del sorteo)

Y la verdad que la jugada le salió redonda. Elevaron por casi por 10 las ventas de vino. El concurso duró casi un año en donde el auto se iba paseando por cual ciudad o pueblo de Argentina seguido por una caravana de Trafic llenas de cajas de Pico de Oro que vendían ahí mismo
Ahora sí, el sorteo: El flamante ganador fue un hombre llamado Carlos Villalba, que vivía en Ciudad Evita, La Matanza, en un monoblock.
Pero el hombre nunca tuvo intención de mantener el auto deportivo, así que en octubre de 1996 decidió vender la Ferrari y la publicó en los clasificados de un diario. Ese anuncio lo vio Herminio Cimino, un italiano dueño de una fábrica metalúrgica en Ramos Mejía.
Espero que les haya gustado esta historia, digna de ser contada en un asado.

La historia más hermosa que he escuchado que soy amante del vino.