Hoy en día son muchas las bodegas que ofrecen experiencias gastronómicas, y lo bueno es que cada una se destaca por diferentes características propias. Hoy les voy a contar sobre una de ellas en donde realmente te hacen sentir como en casa.
Lo primero que van a sentir es una real conexión con la naturaleza, y cuando digo real me refiero a que todo el entorno no solo forma parte del proyecto sino que participa: desde las frutas, verduras y hortalizas cosechadas de la misma finca y utilizadas en el menú; hasta fauna autóctona del lugar.
Muchas veces hemos escuchado la frase “atendido por sus propios dueños” y pocas veces es real, pero acá por fin se cumple! Y no solo se cumple, sino que su calidez y hospitalidad logran que te integres de manera inmediata a su pasión y amor por lo que hacen a diario.
¿Dónde está ubicada?
La bodega está en calle El Álamo S/N, Tupungato (Valle de Uco), Mendoza
La bodega es una verdadera joyita. Se divide en dos partes, la mas chica donde se hace la recepción de los visitantes y luego la más grande correspondiente a la de elaboración y guarda de vino en mayor volumen.
El concepto de calidez hogareña se siente desde el momento que ingresamos luego de recorrer parte del viñedo.
Todo inicia con una degustación de tanque, donde probamos un Celedonio Gran Malbec 2018. Es notable cómo uno puede apreciar las distintas etapas del vino en su estadío de guarda.
Lo buenísimo de esto que a diferencia quizás de las mayorías de las visitas en otras bodegas, acá de entradita nomás te dan una empanada capresse para acompañar la copa.
El recorrido continuó hacia la cava subterránea donde tienen estiva de vinos y las barricas con vino. Allí probamos un Celedonio Franc Cabernet 2014, una bomba. Complejo, elegante, balanceado, mucha complejidad en nariz con un retrogusto increíble. Nos convidaron una empanada casera de carne cocinada en horno de barro.
En el cuerpo de bodega más grande, degustamos de tanque Maula Malbec Selected Barrels 2018, que luego será el vino que acompañe el almuerzo.

El almuerzo

- Selección de panes recién horneados con paté de conejo de elaboración propia y una copa de sangría fresca
- Berenjenas en escabeche
- Tomates enteros pelados en conserva con albahaca y ajo
- Morcilla + chorizo + cebollas y peras caramelizadas

- Zapallo anco asado con queso en horno de barro

- Bondiola de cerdo en costra de mostaza y miel

POSTRES!
- Chocotorta postre nacional

- Vigilante versión “caseritos de Margot” (tres dulces caseros a elección con queso y nueces)

Todo termina con un rico café o infusiones de té.
Para los almuerzos tienen dos espacios: el llamado “Quincho Maula” para grupos, y luego apartado para mayor intimidad, mesas individuales a la sombra entre viñedos en la “Pérgola Bohemian Margot”.
Atardeceres mágicos
Si algo caracteriza a este lugar es el entorno y la calidez de las personas, por eso no hay nada mejor que terminar el día con un atardecer a la orilla del lago que poseen en la misma finca. Brindar con sus espumantes mientras vemos el sol caer, es realmente un lujo.
Reservas: +54 9 2616 63-5430
Si desean conocer más detalles de las opciones de menú y precios, pueden visitar el artículo anterior donde compartí esos detalles:

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