Muchas veces, y gracias a distintos regalos o gustos personales, empezamos a juntar y acumular botellas de vino quizás no sabremos cuanto tardaremos en tomar.
Es por eso que siempre es bueno estar preparado para saber dónde y cómo guardarlas.
Primero y principal es importantísimo mantenerlas en posición horizontal o en una inclinación en la que el corcho esté en permanente contacto con el vino, ya que este, a medida que pasa el tiempo, se va secando y se achica, lo que permite que el paso del aire dentro de la botella tome contacto con el líquido, lo que tiene como resultado una bebida arruinada.
También tenemos que tener en cuenta la temperatura. Lo ideal es que ronden entre los 15C y 20°C. Un sótano es ideal. Si las van a guardar en algún depósito, tienen que hacerlo lo más lejos posible de productos de limpieza, pinturas y cualquier producto que tenga aromas fuertes y penetrantes.
Hay que cuidar las botellas de la luz directa, puntualmente solar, ya que esto perjudica la estructura de color que poseen.
Si es un vino de guarda, además de todo lo nombrado, también intenten mantenerlo el mayor tiempo posible sin mover la botella, porque esto ayuda que si se forman partículas, éstas sedimenten. Ojo, muchas veces esto es normal, más todavía en botellas que van a pasar años guardadas.
Bien, estos fueron algunos tips para esas botellas destinadas a eventos o momentos especiales. ¿Pero qué pasa con aquellos vinos que podemos beber de forma periódica? Bueno, muchas veces podemos dejarlas en un lugar visible para que se exhiban (siempre y cuando no pase mucho tiempo antes de abrirla).
Acá les dejo algunos modelos innovadores que sirven además para decorar la casa.
Pablo Ponce
@pablop11
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