La planta en su totalidad es un gran indicador de lo que sucede no solo en la superficie, sino también internamente. Ya sean enfermedades, deficiencias o plagas, los racimos siempre se ven afectados y podemos identificarlo visualmente.
Cabe destacar que en hojas también aparecen señales, pero en esta oportunidad les mostraré solamente lo que se ve en el racimo.
1 – Millerandage o corrimiento
Hablamos de millerandage verde mostrando bayas de tamaño pequeño que no lograron desarrollarse y madurar
Daño: disminuye notablemente la calidad en las uvas ya que habrá un aumento en la agresividad de la acidez del vino
Causas: pueden ser diversas, entre las que destacan adversidades climáticas, falta de minerales, factores genéticos, tratamientos posteriores al cuajado, virosis o competencia trófica con otras bayas
2 – Botrytis
La botrytis es un hongo que puede atacar a todos los órganos verdes de la cepa. La mayor gravedad de la podredumbre gris es debida al ataque en racimos, ya que deteriora mucho la calidad de la uva y las características de los mostos. La botrytis de la vid produce desecados de los brotes, corrimiento de flores y seca de hojas jóvenes.
3 – Oidio
El oídio de la vid es una enfermedad endémica producida por un hongo ectoparásito , el Uncinula Necator Burr. El periodo más sensible para su desarrollo es el que abarca entre el inicio de floración y engorde del grano.
El Uncinula Necator se propaga por todas las zonas verdes de la vid. Se desarrolla sobre hojas, brotes, sarmientos y racimos. Los daños del oídio pueden llegar a ser críticos, reduciendo la cantidad y calidad de la uva, e incluso afectando a posteriores añadas.
4 – Cochinilla harinosa
La cochinilla harinosa de la vid, Planococcus ficus, pertenece a la familia Pseudococcidae y también se conoce por el nombre de melazo de la vid o piojo harinoso.
Si la población de la plaga es elevada, puede llegar a colonizar por completo los racimos de uva. La fruta se cubre de melaza y de los cadáveres de los insectos. También puede afectar el sabor. Una infestación de P. ficus hace que las plantas sean más susceptibles a las enfermedades.
5 – Deshidratación
La deshidratación se produce por una pérdida de agua del racimo debido a las diferencias de presión de vapor existentes entre el racimo y su ambiente, claramente influenciada por temperatura, humedad relativa y tiempo de exposición a condiciones adversas.