Hace unos días tuve la posibilidad de viajar a Cafayate para asistir a una nueva edición de CoProVi, el encuentro que reúne a enólogos y afines para evaluar la cosecha de cada año.
Y como no conocía el valle, decidí ir unos días antes para poder visitar y conocer algunas bodegas que allí se encuentran. Verdaderamente nunca tomé una mejor desición, y hasta me quedé corto para recorrer todo lo que ofrece el lugar.
La bodega
Una de las que visité fue Bodega El Esteco, perteneciente al grupo Peñaflor. El marco del lugar es imponente, no solo por la estructura del establecimiento, sino por todo el paisaje que lo rodea que desde la llegada impacta. Ubicada sobre la ruta 40, su edificio antiguo pero modernizado, está rodeado por 480 hectáreas de viñedos (siendo solo una parte ya que el total se comprende de 600 hectáreas en Cafayate y 300 en Salta).
De la parte histórica se conserva un paredón con algunas piletas (fuera de funcionamiento) con el objetivo de mostrar cómo era la estructura en esa época.
Verdaderamente la bodega es ENORME. Tienen todo tipo de vasijas: piletas de cemento, tanques de acero inoxidable, huevos, cubas de roble (6.000lts), barricas de roble europeo de todo tipo forma y tamaño.
Toda la visita estuvo a cargo de Claudio Maza, uno de los enólogos de la bodega. La importancia de una visita técnica es incalculable, contándo cada detalle, desde la historia hasta los trabajos. Privilegio.
Después del recorrido fuimos hasta la sala de degustación que posee al lado del laboratorio.
Degustamos 4 vinos:
– El Esteco Old Vines Torrontes 2018
– El Esteco Blanc de Noir 2017
– El Esteco Old Vines Cabernet Sauvignon 2017
– El Esteco Altimvs 2014 Blend
Acá además de Claudio se sumó Alejandro Pepa, su otro enólogo principal.
Realmente fue una experiencia formidable, no solo por el lugar en sí, sino por lo que uno aprende junto a grandes exponentes a través de sus comentarios, experiencias y opiniones.
En una próxima nota les contaré en detalle sobre los vinos degustados.
Decisión