Es importante destacar que la elaboración de vino se realiza una sola vez al año, entre los meses de febrero y abril (hemisferio sur), y en esta época es donde el enólogo junto a su equipo técnico reciben la uva para comenzar a trabajarla.
La uva, como cualquier otra fruta, depende de diversos factores para lograr su calidad. Algunos pueden ser controlados (los que suceden dentro de la bodega durante el proceso de producción) pero otros no, como el clima, que generalmente cambia año a año, dando materia prima de mayor o menor concentración, resaltando diferentes cualidades, marcando en distintos aspectos el terroir, etc.
Entonces, por más que para determinada línea de vinos de la misma bodega mantengamos el igual protocolo de trabajo, la evolución va a ser diferente si esa temporada la planta tuvo más horas luz, llovió menos o hizo más calor.
Es por esto que existe lo que se llama “Degustaciones Verticales” donde se prueba una misma línea de vinos pero de diferentes años de cosecha para comprar cada vendimia y analizar su progreso.