La grappa es un aguardiente muy famoso que tiene una larga historia y tradición. Se produce gracias a un proceso de fermentación y de destilación del orujo de uva, el cual se mezcla con agua. Esta elaboración es muy típica y tradicional, y existe desde hace centenares de años, ya que se encuentran escritos sobre la grappa que datan del año 1000 a.C., en los cuales se hace referencias a este proceso muy particular.
Proceso de elaboración de la Grappa
Este aguardiente posee muchas particularidades: se hace con los orujos separados de la elaboración de vino, sea del mosto o del vino acabado; la taza de azúcar aumenta durante la maduración de la uva. Este proceso viene de la síntesis de la planta a partir de los ingredientes que se juntan: agua y anhídrido carbónico en el aire.
Al mismo tiempo, los aromas y colorantes se concentran en la cáscara de la uva, llena de sabores, y de la cual se produce la grappa.
Lo más importante, después de haber producido el orujo, es conservar y concentrar los aromas. Aquí aparecen la multiplicación de formas de alambiques. El maestro destilador debe tener arte para guardar los mejores sabores del espíritu de la uva.
La Grappa, exclusividad de Italia
Italia es el único país que puede utilizar la denominación Grappa, por ley de la Unión Europea. Este reglamento pone otros límites a su producción, como por ejemplo el límite de extracción en el alambique: 86%. Las sustancias volátiles no pueden superar 140 miligramos por litro de alcohol puro, y la cantidad de alcohol metílico no puede superar 1 gr por litro.
Regiones: A la grappa italiana se le conceden varias denominaciones geográficas: Barolo, Piamonte, Lombardía, Trentino, Alto Adige, Veneto y Friuli. Toscana y Valle DAosta podrían entran en este club muy selecto dentro de poco.
Cómo beber Grappa
Normalmente, la grappa se sirve un poco fría, (la añejada alrededor de 18 a 20°C, y la aromatizada entre 14° y 15°C). Se puede tomar de varias maneras, como un digestivo, solo o acompañada. Va muy bien con café expresso.
Los tipos de Grappa
Una vez que terminamos todo el proceso de destilación y el gobierno se ha encargado de verificar el producto, llega el último punto de elaboración de la grappa, el añejamiento.
La grappa joven. La podemos reconocer simplemente por el color: transparente, clara y brillante. Esta grappa tiene que pasar por lo menos un año en tanques de acero inoxidable antes de salir a la venta.
Reposada. Este estilo de grappa pasa un tiempo en barricas de madera, siendo el tipo de madera la responsable de darle el afinamiento de sabor. La identificamos por su color dorado y su brillantez dependerá del tiempo que pase en las barricas. Las notas características en nariz serán vainilla, tabaco y miel.
Por ultimo tenemos la saborizada, esta tiene la peculiaridad de ser infusionada con frutas, hierbas, miel, tratando de dar un perfil diferente de sabores ayudando a ser una bebida más amable para los que van iniciando en esta bebida o los amantes de las bebidas dulces.