Maridar un vino con una comida es fundamental para poder disfrutar de ambos y no culpar a ninguna de las partes sobre la calidad.
Una regla básica es antes de todo es conocer que es lo que vamos a comer y beber, saber que potencia e intensidad tendrá tanto el plato que vamos a preparar como la el vino que vamos a descorchar. Caso contrario, no sentiremos las sensaciones que deberíamos apreciar en nuestra boca.
A continuación comparto algunas infografías muy interesantes sobre este tema.
Fuente: laraviolina.wordpress.com
Fuente: www.esterandmore.com